Picaduras de ácaros y picaduras de chinches

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Picaduras de ácaros y el polvo

Unos de los principales problemas derivados de una mala higiene y limpieza de nuestras alfombras es la acumulación de polvo y por consecuencia, las picaduras de ácaros.

Pero, ¿qué es el polvo? ¿ y porqué algo aparentemente inofensivo es un problema para la salud ?

Vamos a poner un poco de luz a todo ello.

El polvo está formado principalmente por piel humana pero también por suciedad como restos de alimentos, restos de mascotas, de plantas y también por ácaros y bacterias.

¿Y qué son los ácaros?

acaros

Los ácaros son unos minúsculos insectos de ocho patas, con boca y una piezas bucales en forma de pinza, que son las que provocan la picaduras y dejan una zona rojácea en la piel. 

Los síntomas de una picadura de ácaro suelen ser erupciones cutáneas, picores, sarpudillo o ampollas.

Para que nos hagamos una idea, en 1 cm de polvo puede haber unos 1.000 ácaros. Viven en nuestros hogares y los podemos encontrar en almohadas, colchones y por supuesto en alfombras.

Para su reproducción, les es favorable sobretodo las temperaturas altas, espacios muy húmedos  y restos orgánicos de piel humana y de piel de animales domésticos.

Hasta aquí estaríamos hablando únicamente de una cuestión de higiene, el problema es que los ácaros son la fuente principal de alérgenos en una vivienda y esto puede implicar un grave problema sanitario, sobretodo para persona sensible a las alergias.

Y es que los ácaros del polvo no muerden ni pican a los humanos sino que sólo pueden provocar reacciones alérgicas respiratorias.

¿Qué hacer si tenemos ácaros?

Ante una situación de  alergia producida por ácaros, especialmente  en niños, es altamente recomendable no tener alfombras, cojines, peluches ni cualquier elemento que pueda acumular polvo en su habitación.

Además deberemos ser estrictos con la limpieza de las sabanas  deben limpiarse con agua a 60º y el colchón debe ventilarse a menudo.

Para el resto de habitaciones se debe ser muy estricto con la limpieza de mantas, el aspirado de sofás y obviamente, la limpieza de las alfombras. Estas deben ser limpiadas semanalmente y siguiendo la rutina explicada en este articulo.

En el caso de las moquetas tienen el problema añadido de que retienen la humedad al estar sobre cemento, cosa que no ocurre con las alfombras.

Disponer de un buen humidificador, que mantenga la humedad relativa por debajo del 50%.

En invierno, al no ventilar tanto las casas y utilizar la calefacción, los ácaros disminuyen, pero los restos alergénicos siguen en el ambiente y por lo tanto, siguen produciendo alergias y problemas respiratorios, como el asma.

Para erradicar los ácaros de nuestras casas y evitar picaduras de ácaros, debemos ser estrictos con la limpieza y abrir ventanas para ventilar y para que entre la luz.

Picaduras de chinches o escarabajos de alfombra

Una de las plagas que puede afectar a nuestras alfombras es la de los escarabajos de alfombra.

Se han dado casos de dermatitis del escarabajo alfombra, con síntomas como picor, prurito y otras erupciones.

Es importante buscar el foco de infestación y destruirlo antes de que sean esparcidos por toda la superfície.

En función del material de la alfombra, esta puede ser en sí misma un foco de infestación. Puede consultar la guia para elegir alfombra.

Picaduras de chinches

Si tiene mascotas en casa, no se pierda el artículo dedicado a los hogares con mascotas: Limpiar alfombras con mascotas.

Encontrará una comparativa y las últimas novedades del robot Roomba en el siguiente enlace.

Acceda a la página principal para disponer de toda la información relativa a la limpieza de alfombras y moquetas.

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